domingo, 2 de enero de 2011

Yo

     Leí hace poco, no recuerdo dónde, que las personas somos como los icebergs, porque sólo conocemos de ellas una parte ínfima. Es más, dudo que dos conocidos tuyos te definan igual (sólo dos), y creo que no me equivoco afirmando que varios tengan un concepto totalmente contrario sobre ti, o al que tienes tú de ti mismo. Si soy sincero, dudo que me conozca; y si no, ¿cómo nacen esos No me creo que esté haciendo ésto? Además, vamos cambiando lenta y silenciosamente, por lo que siempre nos acabamos dando cuenta, yo al menos, que nunca me he conocido, aunque creyese que sí. Porque hay tantos yo...El yo que soy cuando estoy con mis amigos, el yo cuando estoy con mis compañeros, el yo cuando estoy con desconocidos, el yo que soy cuando estoy en una fiesta, el yo que soy cuando viajo...y Yo. 

     Yo (el Yo con mayúsculas, el Yo que creo ser) siempre me he sentido ligeramente apartado. Nada exagerado, no es que sea una persona que tienda a la ciclotimia, simplemente me he sentido un poco aparte, que nunca he acabado de encajar con los demás. Aunque también he de reconocer que también ha habido etapas en mi vida en las cuales me he sentido totalmente integrado con los demás, padeciendo al final una pequeña depresión al creerme equivocado. Si tuviese que decir si me gusto o no, no podría dar una respuesta totalmente positiva (y su viceversa), pero pienso que ganan mis partes positivas, aunque siempre esté ahondando en lo negativo.

     Pero pienso que mi gran fallo es que no pueda hallar un yo cómodo, un yo en el que me sienta a gusto. Y me siento encerrado en mí mismo. Podría decirse que me siento como la Beatriz de Beatriz y los cuerpos celestes o la Andrea de Nada. Además, puede que las circunstancias no ayuden. Vivo en un pueblecito, soy menor de edad, y además no dispongo de vehículo (ni tengo a ningún amigo que tenga). Afortunadamente, el autobús me lleva a Sevilla en apenas 20 minutos. Puede que éso me duela más, el tenerlo todo a punto, y que nunca llegue.

     Como he dicho, siempre me he sentido distinto, por denominarlo de una manera, pero ahora más. Mis amigos han encontrado a sus novias, por lo que la mayorían viven en un mundo aparte. Yo no. Yo lo que busco por aquí no lo encuentro. Aquí, los gais que se atreven a afirmarse como tales, se sabía de antemano que lo eran. Y personalmente, la pluma no me atrae. Porque al ser un pueblo pequeño, todos nos conocemos. Por lo que tenemos que vivir bajo una máscara, escondiendo nuestra homosexualidad, nuestras infidelidades, nuestros gustos, nuestros pensamientos...a nosotros mismos.

     Me gustaría vivir en una ciudad. En una gran ciudad, en la que pueda ser yo. Pero también sé que ésto no es cierto, que lo estoy idealizando, y que quizá me imagine un futuro irreal. Es más, seguramente nunca llegue a ser feliz del todo.

     Pero creo que la solución de algunos de mis problemas es Internet. En un blog, puedo ser como soy Yo. Además, ¿dónde puedo conocer más gente que aquí? Por lo cual, he decidido crearme un blog, para contar mis pensamientos, anécdotas...en fin, lo que se me ocurra. No dudo de que a pesar de que en Internet sea donde conozcamos a más gente, sea donde nos sentimos más solos. Pero me lo tomo como una solución transitoria.

     (Resulta curioso, que sea en Internet donde sea Yo, delante de desconocidos, y no entre mis amigos...)